Una agrupación de caridad norteamericana advirtió que miles de refugiados birmanos establecidos en Bangladesh se mueren de hambre.
La organización, llamada Médicos Por Los Derechos Humanos, dijeron que el gobierno no le permite a los rohingya (una minoría musulmán) de recibir el cuidado adecuado.
Acusa a Bangladesh de entorpecer los esfuerzos en ayudar a los rohingya que han huido de Birmania.
El gobierno desmintió estas acusaciones tal como lo había hecho en el pasado ante otras organizaciones.
Según Médicos Por Los Derechos Humanos, los niños morirán si no se les permite recepcionar ayuda.
Culparon al gobierno bangladés de realizar «arrestos arbitrarios, expulsiones ilegales e internados forzados» a los refugiados.
Un informe escrito por la organización benéfica describió a las viviendas donde alojan unos 200 mil rohingyas, como «prisiones al aire libre».